Eran 5 niños, los canguros, que salieron un día como cualquier otro de halloween. Tenían un plan maravilloso, primero irían a las casas nuevas, las más caras, ya que daban mejores chocolatinas, porque los dueños eran jóvenes y adinerados. Pasarían por todo el barrio hasta la última casa, la del señor pescador, la casa más vieja y rota. Todo iba bien, era una tarde maravillosa había mucho ambiente y consiguieron muchas chuches....
Se acercaba el final del barrio, esa casa que producía pesadillas a muchos del lugar. Dos de los jóvenes decidieron no aventurarse pero los otros 3 ambiciosos, con deseo de conseguir más dulces, fueron a por más golosinas, tras llamar dos veces y que nadie diera señales de vida hicieron amago de irse, pero justo en ese momento la puerta se abrió....
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